viernes, 17 de febrero de 2012

LA EVOLUCIÓN DEL CAPITALÍSMO DEPENDE DE NOSOTROS

Somos más. Muchos más los interesados en conseguir un equilibrio justo para todos. Por tanto, lograremos, un estado libre de bienestar donde nadie carezca de lo imprescindible (comida, salud, vestido, techo donde cobijarse, educación, igualdad de oportunidades, cultura, respeto hacía los demás, democracia, justicia…). Imitemos a la madre Naturaleza que nos iguala con la vida, con la muerte… También nos conduce al desastre para acallar nuestra prepotencia. Lo haremos a través de la sociedad de la que formamos parte exigiendo y facilitando al Gobierno, democráticamente elegido, la justa distribución de la riqueza, con el poder de los impuestos que nos asemejen.
Alguien, con razón, podrá alegar que una minoría de ciudadanos es muy poderosa. Que representa la oligarquía política y económica, la fuerza que mueve los hilos decisivos, los negocios oscuros, las dictaduras, los paraísos fiscales, los ejércitos mercenarios en la sombra, jefes de estado, corruptos y criminales controlando las mafias. Pero somos y seremos muchos más, y más persistentes y nuestra recompensa será más dulce y gratificante, tanto más nos cueste conseguirlo, hasta aplicar nuestros criterios.
No quiero, ni pretendo apartarme de los dos objetivos esenciales de toda empresa capitalista en la que vivo. Al contrario, los comparto y, tomándolos como propios, los hago míos: subsistir y expansionarse. Pero, eso sí, no a costa de todo.
Si los hombres careciéramos de un espíritu creador, no habría empresa capitalista; pues el capitalismo es básicamente un método de transformación económica que no puede ser estacionario, sino que ha de permanecer en evolución constante. Y en esa evolución debemos participar nosotros, que somos la mayoría. Y en esa evolución, estoy dando a conocer, a través del presente blog, el Proyecto de Ciudades ocupacionales, exento del derrotero especulador emprendido, valorando el bienestar de todos los hombres, por encima del crecimiento económico que, no necesariamente, lo produce. Deseo más calidad que cantidad de producción de bienes y servicios. Un reparto más equitativo de bienes, derechos y obligaciones. Vivir mejor. Consumir lo necesario. Donde la mendicidad  no tenga sentido.
Los principales destinatarios de los ahorros de la gente han sido, y siguen siendo, compañías potentes (grupos financieros, organizaciones bancarias influyentes, lobbies) gracias a la nutrición constante que reciben. Por eso, nuestra exigencia debe ser mayor con ellos y reclamar una justa correspondencia en la concesión de sus créditos, en el  abaratamiento de los servicios más usuales, en el reparto generalizado de sus beneficios.
Las personas que nos representan, ostentan un cargo público, administran nuestros bienes… al igual que otros muchos, aunque con mayor responsabilidad, han de ser el paradigma en que mirarnos, el espejo que no nos enrojezca, la imagen que nos identifique, sabedores que son susceptibles de errar, pero dignos de confianza.
En el Proyecto de Ciudades ocupacionales, (innovador del capitalismo) no vale todo. La Ley ha de cumplirse, sin que el ánimo de lucro se convierta en avaricia. El Gobierno responsable he de intervenir ante mercados especuladores y negocios espurios. Los recursos (ya no sólo financieros) al ser de todos han de fluir como agua corriente y para ello no han de escatimarse esfuerzos creando nuevas formas de organización, nuevos métodos de producción, nuevos tipos de gestiones… y sobre todo, estando ocupados teniendo algo por hacer; antes, por supuesto, que pagar un paro por no hacer nada, fomentando la desidia, la frustración, las malas artes. No hacerlo así, cuanto menos,  parece una inmoralidad, repele y repugna.
Sazonemos con Honorabilidad(calidad de la persona honrada), Transparencia (calidad de cuerpo a través del que se puede ver) y Rentabilidad (rendimiento esperado) cada una de nuestras actuaciones, exijámoslas a los demás y al Gobierno, más si cabe.
Mientras tanto, vayamos unificando criterios en torno a una formación política.
Que la Paz y el Amor nos unan.

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