sábado, 9 de marzo de 2013

HAY SOLUCIONES,NO ES UN CUENTO


927 millones de pobres en el mundo. ¿No habrá sistema humano que eso pueda pararlo? ¿Cuánto tiempo habrá de pasar para que esto pueda evitarse? ¿Cómo no quieren ustedes que alguien no sea ante sistema?
Mientras el hambre avance, mientras eso no cambie, hay que ser anti sistema. Posiblemente, deberíamos ser anti personas dotadas de avaricia y sentir vergüenza de pertenecer a su misma especie. Posiblemente, para que la  pobreza decrezca, habrá que tender a crear una sola identidad: la anti moralidad; a base de que cada cual vaya perdiendo parte de la suya. Pasarán lustros, muchos jinetes apocalípticos y eso tal vez no llegue. Hemos de intentarlo, sin embargo, innovando el capitalismo y darnos una forma de vida que germine desde la raíz, a partir de una semilla, a nivel personal, local, regional, nacional, continental para ir cambiando el mundo.
¿Quién no ha pensado alguna vez en un reparto más justo de la riqueza? Empujemos hacía ello que, “cuando el fin es sublime, todo cuanto se sufre por conseguirlo, no lo es menos”. 
Les contaré un cuento. Erase una vez un mundo especial como una isla muy pequeña, con capacidad máxima para los cien habitantes que  vivían: 20 N, 35 M y 45 H,  agrupados en 25 familias y cada día, surgían los alimentos justos para sobrevivir. Así que nadie podía nacer sin que antes muriera alguien y, eso, hubo de regularse. Un peligro  palpable que resolvieron. Pero, si tenían alimentos para todos, ¿por qué pelearse? ¡Ah! ¡Había que encontrarlos! Y surgió la necesidad del trabajo, sin el cual no podían obtenerlos. Y las capacidades de cada uno eran distintas. Y las circunstancias también. Y se complicaron  sin ponerse de acuerdo, abusando primero  Misterios, Fabulas y Miedos; después Aguerridos, Fuertes y Temerarios. Y el mundo llamado Paraíso cambió su nombre por el de Paronamás. Algo similar a lo que pasó por aquí. Monarquías, Dictaduras y Revoluciones.  Democracia del Poder, del Comunismo, del Capitalismo.  La casuística social, política  económica era la existente, sino la misma, a la que tenemos en el nuestro planeta Tierra ¡Y en estas estamos! Allí, movieron las vasijas, mezclaron su contenido, obteniendo un coctel nocivo como el veneno puro y a punto estuvieron de morir en el intento, pero comenzaron a dejar que los efluvios gaseosos se evaporaran disipándose los productos y quedando sus esencias: lo de nadie y lo de todos. Recursos limitados para la vida, cuya tutela atañe efectuar a entes públicos y privados, regulados por seres dotados de razón en Democracia, libre y justa.
¿Les sonó el cuento? Invito a que lo resuelvan en casa, con plena conciencia, libre y justa, y nos lo cuenten. Expliquen cómo transforman el mundo Paronomás en lo que era comiendo las cien almas. Se necesita una solución armoniosa, para que cada día muera menos gente de hambre.
A través de los folios escritos en mi blog, mal o bien, he ido transmitiendo mi solución, una sola semilla, empleado tres vocablos, Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad, en cinco grandes grupos de medidas a realizar: La Teoría de los números primos, El apagón económico, El pleno empleo, La teoría del cuadránculo y La transición personal; perfiladas, desde la igualdad del hombre como ser humano,  las infinitas diferencias que hay que superar para adaptar las mismas, desarrollarlas y adecuarlas flexiblemente, con la condición de que apenas se noten las divergencias entre lo púbico y lo privado. Cuando se llegue, la vida del HOMBRE, tal vez, sea más aburrida sin tanta corrupción, pero siempre saldrá ganando con  la razón; garantía de que prevale en la subsistencia, la libertad y el respeto hacía una democracia participativa. En el esfuerzo que representará el camino nos encontraremos ¡Empujemos!

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