sábado, 30 de noviembre de 2013

MPC3B) ELPLENO EMPLEO (2) Otras Alternativas



Siempre existe la esperanza: hay alternativas para combatir el desempleo. Nuestra sociedad no se puede permitir el lujo de dilapidar tantas fuerzas sin producir, tanta gente al borde de la muerte, mientras los tiempos de escasez, de falsas creencias, de tiranía han pasado. No podemos fiarnos de la voz oficial de un Estado dirigido por un Gobierno partidista.
Podíamos comenzar por aludir a los cientos y miles de injusticias que se alimentan y alían con los poderes: mercados, políticas y dogmas principalmente.  Podíamos seguir insistiendo en que el dinero físico ha de abolirse y que los salarios y rentas han de limitarse distinguiendo los rendimientos personales de los societarios, una vez separados los bienes productivos de los que no lo son. Podíamos regular las herencias e institucionalizan el Esfuerzo, el Castigo y la Responsabilidad y todo ello con Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad, pero hablaremos de cosas igual de simples y con los pies en la tierra.
¿Por qué no incentivar (obligando) a que las personas den trabajo y trabajen?
¿Por qué no se crea el dinero social? (De esto nos ocuparemos en la próxima entrada).
Responderé a mi primera pregunta con un es posible. Sería una alternativa válida para casos extremos de mucho desempleo, como en España, si bien puede hacerse extensiva con carácter general y en todo momento. Consiste en exigir a los patronos que coloquen a los parados (emplearemos la  palabra patrón para citar a empresas, administraciones, asociaciones y otros agentes demandantes de trabajo) a cambio de beneficiarse con menores pagos de impuestos, exenciones de tasas u otras cargas, privilegios publicitarios de sus productos o servicios y un largo etcétera que cada uno se puede imaginar, entre los que son posibles inferiores salarios a los colocados, pagos en especie y, sobre todo, inculcar con grandes dosis de confianza a una España necesitada de un Sistema que proporcione seguridad a cambio de un esfuerzo. (Si desde el nacimiento toda persona -aun careciendo de medios- ha de tener cobertura económica por parte de la Administración para subsistir, nadie debería temer quedarse desempleado sabiendo que mediante un esfuerzo pasaría, de acuerdo con el P.C.O., a ser Funcionario honorario de inmediato: Todos tendríamos un porqué estudiar,  luchar o afanarse)
La asunción de tales costes corresponderá a la administración y a los asalariados del patrón obligado. Unos cálculos matemáticos nos pueden dar porcentajes de personas a colocar por cada patrón, (relación entre el número de parados y patrones, entre gastos del total de la plantilla y beneficios repartidos, entre la temporalidad y otras circunstancias, etcétera) que podrían establecerse con carácter legal y normativo y como tales irlos adaptando al momento actual. Que no se nos escape sin embargo, que los patronos no van a renunciar a su razón de ser lógicamente; es decir, a sus beneficios. Seremos en definitiva todos los contribuyentes  los que de una manera u otra, nos haremos cargo de los costos. Por ello y entre otras cosas, nosotros como pueblo soberano (según los políticos sólo en época de elecciones, aunque es llano y siempre pagano) hemos de implantar con nuestras razones un nuevo Sistema, hasta el punto de mostrar conformidad a lo que será una realidad: el Despido libre. Un derecho que deberá ser legal y reconocido en favor de los patronos como la huelga lo  es para el trabajador; siendo ambos derechos regulados (de eso hablamos en la entrada anterior). Por otra parte, la Administración ha de poner  los medios y recursos que dispone (campos, edificios, maquinaria, etc.) al servicio del empleo efectuando pagos en especie, facilitando la movilidad geográfica, compensando carencias, flexibilizando y explotando utilidades improductivas, etcétera.

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