El mantenimiento de la democracia, sustentado en la libertad y el
respeto, es la vía correcta para lograr el objetivo de paz, progreso y
bienestar. Hasta nuestros días la humanidad avanzó, multiplicando su número
de habitantes y la calidad de sus vidas, pese a los múltiples avatares que los
tiempos, de una u otra forma, resolvieron merced al genio y al esfuerzo. No
podemos de un plumazo silenciar épocas pasadas, que puedan servirnos de
referencia, y partir de cero. Aún suenan millones de pasos con proclamas de
Libertad, Igualdad, Fraternidad. Voces contra la tiranía, la burguesía, el
absolutismo, el abuso empresarial. Recuerdos de revoluciones, regímenes y
formas de Estado diferentes. Nadie olvida la Ilustración, la Nobleza, la
Iglesia, las Crisis, las Declaraciones de los derechos del hombre o la
infinidad de Guerras que no acaban por mucho que se implore para que la Paz
prevalezca y los males del hambre y la enfermedad se exterminen. Hoy no es posible, dada su complejidad, homogeneizar en el conjunto del nuestro planeta la idea manifestada en el primer
párrafo del presente escrito. No obstante, la suma de las partes, de los
diferentes pueblos de la Tierra, caminando en esa dirección, hará que los
humanos vivamos en paz, libremente, sin penalidades y en comunión perfecta con
la Naturaleza.
Deseo tan fuerte, como el expresado, es tanto una ilusión como una
teoría (que no deja de ser una previsión) sin un plazo concreto que pueda
determinarse.
¿Qué bases hay para establecer
tal afirmación?:
Una.- Nuestro pasado, sin duda, del que hemos hecho alusión.
Podemos afirmar, sin temor a
equivocarnos, que nunca como ahora, hemos vivido tan bien, por mucho que se
diga que todo tiempo pasado fue mejor.
Dos.- La independencia del Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo habrá
de ser una realidad.
Éstos deberán regular los poderes
políticos, económicos, sociales y otros (sindicatos y partidos, asociaciones y empresas,
religiones y medios de comunicación…) de acuerdo con la gente del pueblo, llevando
a cabo medidas como las dadas a conocer
en la novela ESCAPE de Sebastián
Lorca y en el compendio titulado 5
Fórmulas para el bienestar de España de Reynaldo Tendero, tendentes a
conjugar Honorabilidad, Transparencia y Rentabilidad. Además, llegará la época en
la que se alcancen la desaparición de las Fuerzas armadas (los ejércitos) de
todos los países.
Tres.- Aplicando gratuitamente las nuevas tecnologías.
Harán posible que las energías
limpias y renovables (sol, viento, agua, ondas…), la educación y sanidad sean universales,
utilizables por los ciudadanos sin coste alguno, una vez amortizadas las
infraestructuras que las domeñan. Se premiará el esfuerzo más que el dinero.
Otras direcciones nos llevarán al mismo punto. Pero, ni todo privado,
ni todo público. Ni autónomos ni obreros. Aboguemos por lo correcto en cada
momento y por cada cuestión. No tengamos miedo en elegir un camino trasversal, sea del
color que sea, sin perder de vista el objetivo principal del hombre: la paz, el
progreso y el bienestar.
Las
previsiones nunca se cumplen, pese a ello, no dejemos de hacerlas: sería una
irresponsabilidad. Economistas, agencias de calificación, organismo encargados…
son parásitos necesarios que espolean a fieles creyentes del porvenir y la
estadística.
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