¿Cómo no acabar el año
agradeciendo la benevolencia de quien leyó las entradas de mi blog?
Ciudades ocupacionales es la guía, la referencia que me lleva a su
antojo donde quiere. En él, un simple folio, cada semana, se han vertido mis
pulsiones, enfados, alegrías, comentarios y demás sentimientos que me relajan
hasta saciar con avaricia mi descanso. Eso sí, velando por mantener el respeto
que todos hemos de profesarnos.
Ya en su día dio origen a
escribir varias obras y aún hoy continúa inspirándome hacia una perfección social que
no existe, pero que trataré de acercarla estudiando conductas e intereses. Así
surgieron las novelas-ensayos: Los
estigmas de la dictadura franquista, Escape, El Proyecto y un compendio
titulado 5 Fórmulas para el bienestar de
España. Actualmente, mantener tal actividad periódica resulta arduo debido
al freno que me he impuesto, enfrascado en una nueva historia de varias vidas
enfrentadas, 200 años después, en
tierras manchegas.
Así que muchas gracias a todos.
Feliz próximo año 2018. Y recomendaros que forjéis vuestra existencia en vivir
el momento, toda vez que nada es seguro, ni permanece inmutable.
Conviene, no obstante, aprender a
vivir de los propios errores sin necesidad de arrepentirse. A pedir perdón a un
tercero o mostrarle gratitud, si es el caso. La conciencia de uno se satisfará
por ello. Son aspectos éstos que se adquieren, dado que la herencia genética
recibida solo se representa si es propicio o está motivada: todos somos capaces
de sentir, actuar y lograr lo que nos propongamos; bastará con dedicar, a tal
menester, cuerpo y alma todo el tiempo del que disponemos.
¿Hay algo más inexorable que el
tiempo? No lo dudéis. El tiempo no vuelve. La nostalgia produce melancolía;
pensar en el futuro, ansiedad. Adelante, pues, con lo que anheléis. Sin reparos
ni dificultades. Sin tramas ni engaños. Con generosidad y energía.
¡Qué el tiempo os favorezca y sea vuestro aliado!
He repetido, y no me cansaré de
insistir, en nuestra obligación de comprometernos a:
“No emplear palabra que no sea impecable”.
“No presuponer”.
“Que no nos afecte lo que digan
los demás: no puedes evitarlo”.
“Hacer siempre lo máximo
posible”.
Existe un destino que por
conocido lo olvidamos. Nada de él queremos saber pensando que está lejos; sin
embargo, “los cisnes negros” son una realidad. Inoportunos e imprevistos pueden
aparecen en cualquier instante, cuando menos lo imaginemos.
Conviene estar atento.
Mientras tanto, cambiemos de chips si la
felicidad no nos acompaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario